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Influencia de la televisión en los niños y niñas peruanos (página 2)



Partes: 1, 2

Los medios de comunicación social o de masas,
deben cumplir ciertas condiciones para que la comunicación
sea efectiva:

  • Deben ser concebidos en tal forma que capten la
    atención de aquel a quien está
    destinado
  • El mensaje debe emplear signos y símbolos que
    pongan al emisor y al receptor frente a experiencias comunes,
    pues en caso contrario no se transmite el
    significado.
  • El mensaje debe corresponder a las necesidades de la
    personalidad del receptor y sugerir los medios para
    satisfacerlos, apropiado a la situación del
    grupo.

Los medios de comunicación masivos son
instrumentos que hacen posibles las relaciones ente los hombres,
sea espacial o temporalmente distantes los unos de los oros. En
los cambios de tipo social, la interacción y la
comunicación se presentan como una constante de las
relaciones que los hombres contraen para satisfacer y lograr
metas comunes.

En la sociedad moderna se registra la presencia de los
medios masivos de comunicación como resultado de la
industrialización y de los avances científicos,
económicos y tecnológicos.

El proceso técnico de los medios masivos ha
ocurrido al ritmo de la creciente necesidad de
comunicación que ha venido experimentando la sociedad
desde la creación de la imprenta hasta la aparición
de la televisión, teniendo, entre ambas, la
creación de la radio y del cine.

Estos medios masivos podemos clasificarlos
en:

  • Los de palabra y la imagen impresa
    (periódicos, semanarios, diarios, revistas, libros,
    folletos, historietas cómicas, etc.) que se dirigen al
    sentido de la vista.
  • La radio, que se dirige al sentido del
    oído
  • La televisión y el cine que se dirigen a los
    sentidos de la vista y el oído.

Todos los medios masivos están interrelacionados
y, a pesar de ciertos detalles técnicos diferentes, todos
tienen algo en común: el Transmitir
información.

Además de tener una función informativa o
de tipo publicitaria, estos medios son los instrumentos que
recogen e influyen en el comportamiento social, tanto individual
como grupal, constituyéndose en importantes agentes de
socialización.

En relación con el niño, se ha demostrado,
que los medios de comunicación llegan a formar parte de su
mundo desde que es pequeño y, a medida que crece le
absorben más y más horas del día.

1.2 LA TELEVISIÓN

El mayor acontecimiento, en relación con la
cultura, tanto artística como intelectual, en el campo de
la comunicación de masa, ha sido el desarrollo de la
televisión.

Si se considera la televisión como un
fenómeno de tipo social p psicológico, las ciencias
se ven en la necesidad de resolver tres problemas fundamentales:
analizar sus características principales, examinar su
campo de comunicación y los procesos que incluye y, por
último, investigar los efectos que produce. [4]

1.2.1 UN MEDIO MASIVO DE
INFORMACIÓN

Las definiciones responden a la naturaleza de las cosas
y la naturaleza de éstas a la teleología de las
mismas. La naturaleza de la televisión depende, tiernos
dicho. de las relaciones que predominan en la sociedad, ya que
está en una estructura armónica, cualitativa de
orden y como un sistema de comportamiento asignado a un fin, es
decir, teleológico, en la medida en que se trata de una
organización de acuerdo al sentido. Dependiendo de las
relaciones que predominan en la sociedad e inserta en una
estructura cualitativa de orden, la televisión se
constituye, se hace, en la praxis– es una praxis y, como tal, se
define en su acción y es esta acción la que
determina su naturaleza y la que le pone límites
ocasionales. Esto es lo que constituye el ser de la
televisión y de los medios, en general. Es una realidad en
la que e¡ modo determina el theios, es decir, la manera
cómo se ejerce la acción constituye el fin. Al
hacer se hacen o, en frase de Jesús Manuel
Martínez, al mismo tiempo que actúan se explican a
si mismos.

Las posibilidades aquellos brindan en su acción,
por tanto, determinan sus propias funciones, y las que se les
pueden asignar dependiendo de las aptitudes especiales que gocen
para un tipo determinado de expresión o para un conjunto
de ellas: la palabra, la música, la imagen, etc. La
naturaleza del medio, por tanto, se refleja en su acción,
y sus funciones, en las necesidades a las que, de hecho, da
respuesta con sus diferentes actuaciones. Dentro de estas
funciones, sobresalen, entre otras, las de socialización;
la de ser instrumentos de participación democrática
y del ejercicio de libertades y derechos; la de
modernización y la de sustentadora de intercambios de
significaciones y de relaciones entre sujetos con ser real
propio, sean individuos o grupos ' la de prestigio, la de
reforzar normas sociales, etc. Es decir, una serie de funciones
de carácter social y público. De ahí que el
medio sea social, masivo y público. Como queda consignado
anteriormente, el hecho de que los medios realicen su ser en su
actuar, ¡os hace depender de las relaciones existentes en
la sociedad y les otorga la cualidad de manifestarlas y, de
alguna manera, condicionarlas. Estas relaciones se traducen en
elementos continuos de convivencia, ciases sociales, estamentos
políticos, equilibrios de poder y tipos de
información, etc. Reflejan relaciones sociales, por lo
tanto, y pertenencias grupales, al mismo tiempo que originan
nuevas relaciones entre individuos y grupos. Juegan un papel
catalizador en el que se manifiesta la sociedad: es el lugar en
que se encuentran sus valores y sus debilidades, aún los
más implícitos.

El hecho de que los medios no sean de
comunicación exige no pretender de ellos respuestas a
necesidades sociales que requieren para su solución del
acto de la comunicación. Invalida, además, toda
exigencia que se haga al medio en fuerza de las conclusiones
lógicas emanadas de la aceptación implícita
y explícita, muchas veces, de que lo sean. Esta
afirmación y su correspondiente raciocinio anterior
carecerían de significación si, en la realidad, los
telespectadores insistieran en que la televisión, durante
la práctica de su ejercicio o en la praxis de su
acción, debiera establecer los mecanismos necesarios como
para que, en cualquier momento, la televisión estuviera
disponible como elemento constante y accesible para establecer
con ella el acto de comunicación, o para recurrir a ella
en busca de respuesta a ¡as necesidades que requieren dicho
acto. Parece no ser así, sin embargo. El telespectador no
busca respuestas a sus necesidades de comunicación, en los
medios. Así lo demuestran distintas
investigación.

1.2.2 CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA
TELEVISIÓN

Se pueden indicar en el orden siguiente:

La televisión es el resultado de la convergencia
del sonido y la imagen, lo que significa, que emite sus mensajes
de manera visual y acústica; el componente visual obliga
al telespectador a encontrarse ante la pantalla sin poder prestar
atención a ninguna otra cosa que no sea mirar lo que esta
ocurriendo en ella. Este casi concentrarse totalmente en una
situación explicaría, en parte, el gran atractivo e
influencia que ejerce la televisión sobre los individuos,
a los que absorbe la mayor parte del tiempo libre con que
cuentan.

  • Los programas los componen los productores y no los
    telespectadores. Estos tratan de ofrecer los programas en
    conformidad con los deseos y costumbres de la vida cotidiana
    del público aun cuando a veces resulte imposible
    satisfacer todos los gustos.
  • Otra característica de la televisión es
    que puede retransmitir programas directamente, lo mismo que la
    radio.
  • La televisión es accesible a todo tipo de
    publico y satisface numerosos deseos y necesidades del hombre,
    razones por las cuales, despierta gran atención entre
    casi toda la población.
  • Los programas de televisión son vistos,
    generalmente, en el seno del ambiente familiar.
  • El público telespectador es, generalmente,
    heterogéneo.

1.2.3 FUNCIONES DE LA
TELEVISIÓN

Tres funciones básicas cumple la
televisión: informar, entretener y difundir cultura. De
aquí que las producciones televisivas apunten, en lo
posible, a los tres niveles señalados.

Los programas informativos ocupan buena parte de las
emisiones de cualquier canal de televisión. Difunden
noticias habladas, noticias filmadas y, a veces, noticias "en
directo "siendo estas últimas las que más interesan
al telespectador, el que, desde su casa, tiene la posibilidad de
participar, como espectador, del acontecimiento.

El nivel de programación de entretenimiento se
caracteriza por su heterogeneidad: desde films de largometraje,
teatro, circo, variedades y concursos, hasta las retransmisiones
deportivas y las veladas musicales.

Las emisiones de la televisión educativa pueden
ser complementarias o sustitutivas de la escuela y además,
los programas pueden proporcionar los recursos necesarios para
que la televisión pueda contribuir al despertar definitivo
de aquellos pueblos que aún viven en la miseria y la
ignorancia.

1.2.4 CLASIFICACIÓN DE LOS PROGRAMAS DE
TELEVISIÓN

En el conjunto de imágenes que la
televisión nos entrega, es fácil distinguir tres
grandes grupos.

En el primer grupo se incluyen aquellas imágenes
que nos presentan acontecimientos reales, vivos. A su vez, se
puede distinguir en este grupo, aquellos hechos que están
ocurriendo al tiempo de presenciarlos y que no pueden ser
previstos en cuanto a la forma en que se desarrollan (escenas de
guerra, huelgas estudiantiles o laborales, etc.) y aquellos que,
siendo también reales, en ciertos aspectos, al ser tomados
por la televisión, pueden haber estado previstos, aunque
no sean preparados por ésta (es el caso de los desfiles
militares, desfiles deportivos, etc.)

En el segundo grupo pueden incluirse los programas en
los que intervienen personas reales que actúan en acciones
previstas por la organización de televisión (son
los espacios divulgadores, los concursos, los juegos, las
entrevistas, etc.)

Finalmente, en el tercer grupo, se incluirían
todos los demás programas caracterizados por la
ficción. Nada de lo que en ellos ocurre es real. Las
personas, los decoradores y el texto que hablan los personajes es
producto de la imaginación de otras personas (guionista,
decorador, productor del programa). A este grupo pertenecen las
seriales, las novelas, los films, el teatro televisado,
etc.

La continuidad con que se presentan estas emisiones al
público, sólo separado a veces por los escasos
minutos o segundos de la publicidad comercial, tiende a hacerle
perder de vista sus diferencias cualitativas y a considerar el
programa como un todo compacto, homogéneo. Una escena de
"La guerra de los seis días", en la que se ven caer
soldados reales en el campo de batalla, puede estar precedida o
seguida por un flim de guerra en el que los actores simulan un
combate.

Sin embargo, la consecuencia más grave que ven
los críticos, es que incluso las personas que siguen
distinguiendo la realidad de la ficción terminan por
juzgar la calidad de los programas con criterios aplicables al
arte del espectáculo.

El resultado casi inevitable es que la muerte del
soldado de "la guerra de los seis días 2 será
comparada con la muerte ficticia del actor en el film de
guerra.

1.2.5 CAMPO DE COMUNICACIÓN DE LA
TELEVISIÓN

La televisión es un medio de comunicación
colectivo y la característica principal de estos medios,
es que son instrumentos que hacen posibles la relación
entre los hombres, estén éstos, espacial o
temporalmente, distantes los unos de los otros.

En el sistema televisivo tenemos, por un lado, al
productor o "comunicador" y, por otro, al grupo de los
"receptores", distribuidos en todo el país, que forman el
público de la comunicación colectiva. Tenemos,
también, el mensaje, es decir, el programa de
acústica visual. Este es siempre emitido en la misma
dirección, o sea, del comunicador al telespectador. Este
tiene la capacidad de responder, preguntar, confirmar u oponerse
a los mensajes utilizando vías indirectas como, por
ejemplo, cartas al director o llamadas telefónicas a las
estaciones de televisión.

La audiencia de la televisión es una
agrupación de individuos aislados, es decir,
físicamente separados y anónimos, cuyo
comportamiento masivo es, sin embargo, homogéneo, pues
todos ven y escuchan las mismas cosas al mismo tiempo,
simultáneamente. Es una audiencia, en cierto modo pasiva,
pues el telespectador recibe el programa sentado
cómodamente en su hogar, a diferencia del público
del cine o del teatro, que tiene que trasladarse a un local y
pagar cierta cantidad de dinero por asistir a un
espectáculo.

Para cualquier medio de comunicación de masa es
necesario conocer su destinatario, Como el productor y el
receptor están separados es difícil que puedan
conocerse entre si. Como el informante conoce muy poco al
público, ocurre, entonces, que los productores de la
televisión tratan de conocer la mentalidad de los
telespectadores. Para esto, utilizan métodos modernos de
investigación.

CAPÍTULO
2

INFLUENCIA DE LA
TELEVISIÓN

2.1 EFECTOS DE LA TELEVISIÓN

La televisión, como medio de comunicación,
ha sido causa de constantes críticas, tanto negativas como
positivas, desde el momento de su aparición.

En cuanto a las críticas negativas, las
más reiteradas están referidas a su
programación, la que es calificada, por algunos
críticos, como mediocre. Este aspecto podría
considerarse como una influencia negativa para el telespectador
y, sobre todo para el niño y el adolescente que aún
no tiene el necesario discernimiento. Sucede, además, que
si los padres no controlan qué programación llega a
ellos, la pantalla les ofrece muchas veces, un concepto prematuro
del mundo de los adultos, lo que les hace compenetrarse de sus
pensamientos, conflictos y dificultades sin que estén
todavía preparados para ello.

Otra crítica que se les hace es que el espectador
recibe todo hecho, pues la elaboración de los programas ha
pasado antes por manos especializadas y además la gran
mayoría de los programas son producidos en el
extranjero.

También, en cierto modo, la televisión
fomenta la holgazanería, pues el telespectador no puede
hacer otra actividad mientras ve televisión.

Junto a las críticas negativas que se le pueden
hacer, las que no afectan a este medio de comunicación
solamente, hay otras de carácter positivo. Una
sería que la televisión tiende a la igualdad, en el
sentido que todas las personas, no importando el nivel social o
económico, tienen la misma oportunidad de presenciar
espectáculos, recibir información o simplemente
entretenerse.

La televisión, además, abre nuevos
horizontes al hombre común al mostrarle países y
civilizaciones no conocidas por él y al informarle de los
personajes más importantes del mundo. También, este
medio, amplía los conocimientos y el vocabulario de los
jóvenes y promete ser también un instrumento
fundamental de la instrucción pública.

Debido a la gran influencia que ejerce la
televisión sobre su público, es que se concentran
en torno a ella numerosos y variados intereses, desde los de las
empresas comerciales privadas hasta el propio estado.

Sin embargo, no se puede calificar a la
televisión de buena o mala, ya que todo depende de la
finalidad que se le quiera dar por parte de sus programadores.
Como todas las cosas que el hombre ha creado, ésta puede
servir para hacer el bien, lo mismo que para hacer el mal. De
ahí la importancia de un adecuado uso por parte de las
personas que tienen la responsabilidad de dirigir este medio de
comunicación.

2.2 EL LENGUAJE DE LA TELEVISIÓN: UN LENGUAJE
AUDIOVISUAL

La televisión es el medio colectivo más
eficaz y poderos, puesto que influye en las opiniones y en las
actitudes del hombre de manera más efectiva que otros
medios. La identificación con que lo entrega y la
credibilidad en ella, es mayor que la que ocurre con la prensa y
la radio.

Es evidente que la televisión está
condicionada por las características y hábitos de
su público, pero también ella misma constituye un
factor condicionante en la formación de los hábitos
sociales.

Un claro ejemplo de lo anterior es, que en la
mayoría de los países, las emisiones de la tarde se
cierran con un corto film en que un personaje real o animado,
humano o animal, despide a los niños que presencian las
emisiones hasta el día siguiente, con un breve consejo o
con un cuento invitando a los niños a marcharse a la
cama.

La televisión ha invadido la vida de todos los
países, conformando una mentalidad nueva y convirtiendo el
lenguaje de las imágenes en un también nuevo idioma
que reemplaza el idioma escrito. Por eso se dice que 2 la
televisión tiene su propio lenguaje, que no es el lenguaje
natural de la palabra ni el del cine, aunque tiene mucho de ambos
".

El lenguaje televisivo tiene que ser comprendido
instantáneamente pues, a diferencia del libro, aquí
no se puede releer la página. Acá hay que llamar la
atención de la vista y el oído, en forma
sincronizada y complementaria, sin decaer un instante, pues si la
televisión no comunica en el mismo momento de la
transmisión no sirve, no deja huella alguna.

El lenguaje audiovisual utiliza el más elemental
de los medios de comunicación, la imagen. Esta presenta
sobre la palabra, la ventaja de su mayor comprensibilidad,
además de su mayor fluidez.

Este lenguaje audiovisual, al igual que el lenguaje
hablado o escrito, se basa en símbolos, y se dirige al
receptor tratando de buscar en éste una misma
interpretación de las imágenes que entrega. A la
imagen misma se añaden palabras, música, ruidos o
simplemente Silencio, lo que la viene a afirmar por
analogía.

La imagen es la forma más antigua del lenguaje
escrito. Diferentes formas y colores dieron a los hombres la
posibilidad de comunicarse entre sí y con sus dioses. Los
cazadores y los pueblos agricultores también representaban
sus actividades mediante imágenes que fueron evolucionando
según las diferentes épocas.

La imagen, entonces, lejos de ser un lenguaje nuevo, es
el más antiguo de los lenguajes escritos. Tiene tanta
validez para la comunicación como cualquier otro tipo de
lenguaje. El lenguaje de las imágenes se mueve en dos
dimensiones que son tiempo y espacio. Al espacio se le conceden
tres categorías: alto, ancho y largo; al tiempo, una
solamente: el fluir del pasado al futuro, pasando por un presente
que es difícil definir.

Gracias a los medios audiovisuales el tiempo puede tener
la dimensión que le demos, fluir al revés,
detenerse o tomar una aceleración que distorsiona la
imagen. De esta forma los medios audiovisuales rompen los moldes
de un mundo estático de movimiento aparentemente
igual.

El hombre como ser social, está obligado a la
comunicación. El agente de cambios o de desarrollo
cultural debe no sólo comunicar, sino además saber
exactamente qué comunicar y qué objeto tiene la
comunicación.

Para ello debe estudiar no sólo le mensaje, sino
también el medio que utilizará para hacerlo llegar,
además de los receptores a los cuales quiere
llegar.

Mientras que en la comunicación escrita o hablada
se utilizan palabras rígidas que exigen
decodificación inmediata, en la comunicación por
medio de imágenes, éstas no siempre se decodifican
en el momento mismo en que se aceptan.

Los medios audiovisuales, en la actualidad, están
al servicio de la enseñanza debido al desarrollo de la
tecnología educativa, siendo la televisión uno de
los medios más influyentes por los motivos
señalados anteriormente.

El lenguaje televisivo, como todo lenguaje, plantea una
relación entre televisión-televidente que
está determinada por el sentido que proporciona y por las
significaciones que de hecho se dan a lo que se ve y se escucha
(Saussure), a partir de la identidad significante-significado,
nos proporciona la constitución de los signos, Estos
signos están constituidos por las palabras, la imagen, los
gestos, los comportamientos (Barthes). Parece evidente, entonces,
que si hablamos de lenguaje televisivo es porque atribuimos a la
televisión uno que le es propio y en el cual los elementos
de significación y los significados son distintos a los
demás lenguajes y en el que los elementos que lo
constituyen, palabra, imagen, gestos, comportamientos, conforman
un sistema de signos con significación propia. Esto
implica, lógicamente, que los signos tienen su propia
identidad significante-significado que normalmente podrá
coincidir con la realidad de otros lenguajes, y en algunas
oportunidades no. Antes de cada juicio, por tanto, se impone
discernir primero sobre la relación
significante-significado que está en juego en la
oportunidad. Asunto no siempre fácil de juzgar en
términos teóricos, pero fácil de descubrir
en la práctica por la credibilidad que el público
otorga a cada situación, es decir por el significado que
capta en ella. Porque en la realidad esta identidad
significante-significado no es constante en el lenguaje
televisivo y cambia de acuerdo a los diferentes formatos y
géneros de programas. Así, por ejemplo, la muerte
trágica y dolorosa de una persona en un noticiero,
máximo si ocurre en el propio país, es muerte y es
tragedia, La muerte trágica y dolorosa en un western puede
ser audacia, valentía, sagacidad, etc. La primera nos
conmueve hasta las lágrimas, la segunda nos hace irrumpir,
a veces, en demostraciones de alegría y solidaridad con el
héroe con el que, por fenómenos de
identificación selectiva, defiende nuestros valores y
principios; representa la ley y el orden, el que tiene que
triunfar siempre porque representa valores permanentes. La
violencia, en este género de programas, no es más
que la fuerza de la virtud demostrada con un significado que no
es violencia sino justicia, desprendimiento, hidalguía,
sagacidad, ingenio, etc. No importa que el héroe abandone,
muchas veces, el justo medio que es lo propio de la virtud
cristalina, lo importante es que triunfe el valor absoluto
representado por la incorruptibilidad del héroe de lo hace
permanente, fuerte contra el mal y capaz de dominarlo
siempre.

2.3 TV Y FAMILIA

Una noticia procedente de Dinamarca (El Observador,
30-IX-82), nos trae la opinión de los chicGs daneses,
entre 10 y 14 años, quienes consideran que su vida
familiar está amenazada debido a que Ia televisión
impide la relación con el adulto, durante el tiempo libre
y fuera de la escuelO.

Esta información no haría sino confirmar
tantos estudios realizados en diversos países sobre los
efectos de la TV en las personas. Y no tendría liada de
particular por la similitud de la conclusión.- la TV
atrofia y enajena las relaciones interpersonales en un hogar
desequilibrado a causa de la programación. Sin embargo, la
noticia que comentamos tiene un matiz a nuestro juicio
trascendente: son los propios niños, en ese período
tan significativo de su vida, los que expresan un sentimiento que
debe ser subrayado en el contexto socioeconómico en que se
da, no por ello menos válido para nuestra sociedad. Los
chicos daneses se quejan de que la TV les roba a sus padres al
evadir éstos su realidad y responsabilidad de
progenitores, dejando a sus hijos intrafamiliarmente
incomunicados por culpa, vaya paradoja, de un medio de
comunicación sui géneris.

La nota que reseñamos no dice si los niños
en referencia tienen que verse obligados a "consumir" la misma TV
que sus padres o salir a la calle, aunque es muy probable que sea
lo primero ante la búsqueda deseada por los hijos a juzgar
por la encuesta-, de una forma de unidad familiar aunque
sólo fuera material.

Estimamos que este hecho no puede pasar sin comentario
en un ambiente como el nuestro en el que la TV tiene una
programación "para todo público", no en cuanto a
contenido (bueno fuera), sino en lo referente a difusión y
"consumo" masivamente indiscriminado de más del 70% de
espacios de simple entretenimiento -foráneos en su
mayoría- que precisamente son los que más atraen al
televidente por fuerza de la costumbre, a tal punto que si
éste es emocionalmente débil, puede ir
despersonalizándose progresivamente. Y evadir la realidad,
vivir al conjuro de la publicidad, identificarse con los
personajes preferidos de las series y telenovelas y sufrir, amar
y odiar por su causa, son una forma de despersonalización
y alienación.

Una mirada los famosos "ratings" de sintonía o
encuestas, parece obligarnos a la formulación de una
hipótesis que debería ser comprobada para buscar
los correctivos y la justa medida de su aplicación: por
falta de una programación diversificada y balanceada en
contenidos informativos, educativo culturales y recreativos, en
función de la comunidad nacional (edad, sexo, grado de
educación y cultura y condición
socio-económica), en el Perú, niños,
jóvenes y adultos "consumen" por igual los mismos
programas como si se pretendiera uniformar sus actitudes hacia un
modo de vida ajeno a su propia identidad y realidad.

En verdad, ¿por qué no hacer un estudio
serio y objetivo de este fenómeno, cuyas conclusiones que
incluirían, prejuzgamos, un replanteo total del sistema de
programación televisiva-, comprometan permanentemente al
Estado, a los dueños de las televisoras, a las
organizaciones sociales y al público televidente, en la
mejora de nuestra TV que en la actualidad sólo produce el
30% de lo que programa, en el cual se incluye un magro y
escondido 3% de contenidos educativo-culturales?

Los efectos de la TV danesa, aunque se trate de una
realidad distinta, debe llamarnos a reflexión.
Consideramos que nuestra TV, por su gran poder audiovisual, debe
contribuirá lograr que cada televidente sea un ciudadano
peruano con todo lo que esto implica en esta sociedad familiar y
comunitaria que debe mejorar integralmente.

CAPÍTULO
3

UNA NIÑERA
LLAMADA "TELEVISIÓN"

3.1 ESTUDIOS SOBRE LA INFLUENCIA DE LA TV EN LOS
NIÑOS

El consumo de televisión por parte de
niños y niñas de nuestro país ha llegado a
limites como el siguiente: se conoce que a las 23:00 horas de
lunes a viernes, hay 745.000 niños y niñas viendo
televisión, un viernes a las 24:00 horas casi medio
millón, entre semana unos 360.000 y a la una de la
madrugada de lunes a viernes, 133.000.

Las televisoras, ante la presión de la sociedad,
cada cierto tiempo prometen crear espacios para invitar a los
niños irse a la cama, utilizar elementos de control para
evitar que los menores vean contenidos no apropiados a su edad,
establecer estrictas franjas horarias, y hacer programaciones
infantiles sin contenidos violentos, sin embargo en la practica o
no se cumplen a cabalidad o sencillamente se quedan en meros
proyectos.

La influencia de la televisión es tal que,
prácticamente todos los hogares del Perú cuentan
con un televisor, y en los niveles de mayor consumo
económico, existen muchos niños y niñas que
disfrutan de televisión en sus habitaciones.

Adicionalmente, la televisión favorece el
conocimiento de un vocabulario más extenso, mayor
conocimiento del mundo exterior, puede incitar a un
interés por determinadas materias como la Ciencia,
Naturaleza, Ecología, Medio Ambiente, Cine,
Matemáticas, etc., permite conocer otras culturas, otros
países, otras sociedades, practicar lenguas extranjeras,
campañas educativas; sin embargo resulta perjudicial por
la violencia: (incluidas en determinadas series de dibujos
animados, por la publicidad que crea necesidades superfluas y un
consumismo precoz, por la provocación de enfermedades y
malos hábitos alimentarios (favorecen el sedentarismo,
malas posturas, problemas en la vista y en la espalda e incluso
ataques epilépticos en exposiciones muy prolongadas), por
problemas psicológicos: influyen en la conducta, provocan
insomnio, miedos nocturnos, disminuye la creatividad e
imaginación, etc., problemas sociales: favorecen el
aislamiento e impiden la comunicación oral, por los
problemas de adicción, por todo ello es indispensable
conocer de manera amplia la respuesta que los niños y
niñas menores de 12 años reaccionan frente al
lenguaje televisivo.

3.2 LA INFLUENCIA DE LA TELEVISIÓN EN EL ROL
SOCIAL DEL NIÑO EN LA FAMILIA

La familia forma la personalidad social del niño.
El niño vive paralelamente en su familia la
preparación de roles sociales futuros y el proceso de su
vida social.

Las transformaciones aportadas por la televisión
es que los niños que miran televisión con su padre
se sienten más adultos. Tienen la impresión de ser
compañeros jóvenes de sus padres y se desligan del
carácter subordinado en la familia.

Esta maduración y esta independencia precoz se
observa sobre todo en las familias donde la made trabaja. Los
niños se consideran rápidamente adultos. La
televisión refuerza la emancipación de los
niños y jóvenes con respecto a la autoridad
paternal, ella aumenta las posibilidades de flexibilidad del
sistema de castigo y recompensa.

En el sistema de castigo y recompensa la
televisión ha aportado algunas modificaciones reforzando
los métodos de ecuación nuevos desprovistos de
brutalidad, a la vez, porque facilita la práctica de un
nuevo castigo, no corporal y puede constituir una recompensa. Los
padres no usan tanto el castigo, sino que ellos prohíben a
los niños ver televisión eligiendo sus programas
favoritos; cuando los resultados escolares son bajos el castigo
se alarga. La televisión es también una recompensa
para aquellos que cumplen bien sus obligaciones.

Como lo hemos mencionado anteriormente, la
televisión desempeña un rol muy importante en el
desarrollo integral del niño. Ciertas investigaciones han
demostrado la influencia que la televisión ejerce sobre
los niños. Es generadora de conflictos, pero
también se comprobó que la ausencia de ella no es
la solución de todos los problemas.

En la mayoría de las familias la presencia de la
televisión que une en una cálida complicidad a los
miembros de la familia, crea la ocasión de olvidar las
peleas, de borrar los conflictos o al menos pacificarlos e
impedir que exploten nuevamente.

La manera de percibir la televisión es diferente
para unos que para otros. Para algunos padres es un medio
inquietante para otros no lo es y se integra

Perfectamente en la vida de los niños. No es lo
mismo para sus padres que, por lo general, no la conocieron
durante su infancia; a pesar de gustar de ella la ven como un
obstáculo para sus proyectos educativos. Ellos dejan ver
televisión a los niños porque es cómodo;
pero al mismo tiempo lo reprueban y lo hacen sentir. Si se le
agregan a estos conflictos aquellos como la elección de
programas, nos damos cuenta del rol esencial que juega la
televisión en las relaciones del niño con su medio
ambiente. El niño siempre tiene que dar paso a la
elección de los mayores en cuanto a los programas de
televisión, pues son los padres quienes eligen los
programas.

La televisión en relación a la
comunicación de los miembros de la familia tiene los
mismos efectos contradictorios. No se habla más en las
casa, en la familia, por causa de la televisión que
está encendida todo el día.

Por otra parte, si se mira con otra persona la misma
comedia o película, es también una cierta manera de
comunicarse. Los programas de televisión contribuyen, en
gran parte, a las conversaciones familiares.
¿Cuántos niños que no saben que contar a sus
abuelos pueden discutir ahora con ellos lo que han
visto?

La televisión no solamente ocupa el tiempo que el
niño destinaría a leer, sino aún más
lo hace entrar de lleno en el universo de la ficción por
el cual él se enloquece. Por otra parte, la
presentación de una revista o de un libro por
televisión hace que se incremente la venta de ella.
Sería necesario tal vez explorar los programas infantiles
y a través de ellos incentivar la lectura.

Como se ve a través de la lectura de estos
efectos causados por la televisión, ellos son duales, o
sea, ocasionan tanto el bien como el mal.

3.3 INFLUENCIA DE LA VIOLENCIA EN LOS
NIÑOS

Son signos cuyos significados y sentido hacen percibir y
entender un mundo diferente de representaciones creado alrededor
de una fantasía que, evidentemente, no es el mundo real.
Coinciden a este respecto los resultados de diversas
investigaciones: H.T. Himmelweit, A.N. Oppenhein y P. Vince
comprobaron en una investigación realizada en una
población de 1.854 niños de entre 10 y 14
años que los niños aceptaban con criterios muy
distintos de credibilidad la violencia real y la violencia
ficticia, la física y la verbal.

Los actos más crueles de violencia acaecidos
durante un film de Western prácticamente no decían
nada a los niños, mientras que tenían gran
significación para ellos los acaecidos en películas
de ciencia ficción. Declaraban, además, que no les
gustaba la violencia verbal, al mismo tiempo que encontraban
soportables las escaramuzas armadas. 6% no encontraban
satisfacción con escenas de violencia con armas de fuego,
19 a 23% no les gustaban las peleas en las que se utilizaban otro
tipo de armas; mientras que entre un 23 al 30% les disgustaban
las escenas en que el sherif reprochaba a los malos o en las que
le imputaba acusaciones por asuntos en que él no
tenía culpa.

Lo más importante: al comparar los autores las
conductas de los niños que ven televisión con la de
aquellos que no ¡o hacen, la comparación no
reveló ningún género de comportamientos
diferentes entre ambos en cuestiones de agresividad,
inadaptación o delincuencia .

M. y J. Riley llegan a conclusiones parecidas: en sus
estudios sobre 400 niños entre 10 y 13 años
constataron que los niños cuyo único grupo era el
familial preferían los programas de mayor violencia y
agresividad, mientras los que, además participaban en
grupos de niños de su misma edad preferían las
historias anticrimen y los acontecimientos que mostraban gente
normal o la naturaleza. Ha como grupo de referencia,
parecían más inclinados a las acciones de violencia
que los restantes, por una tendencia a reaccionar contra los
valores inculcados por su padres. Concluyen los autores que la
acción y la violencia parecen ser preferidas por los
niños que sufren mayores frustraciones.

3.4 LA IMITACIÓN Y LA IDENTIFICACIÓN DE
LOS MODELOS DE LA TELEVISIÓN Y LA PERSONALIDAD SOCIAL DEL
NIÑO.

El besar en los films provoca diferentes reacciones en
los niños. Los niños que no ven en su casa escenas
eróticas, que no toman parte en juegos prohibidos, en boga
en la mayoría de los grupos, miran estas escenas con
indiferencia e incluso con desprecio o desaprobación. Los
otros, que están acostumbrados a encontrarse con este tipo
de escenas, tienden a turbarse, molestarse, pero a
imitarlos.

Una niña de 10 años se ponía a
danzar frente a la televisión cada vez que ella
veía una danza en la pantalla. Ella dijo que esto o
hacía para impresionar a sus compañeras conde no
lograba integrarse, ella era diferente a las demás. La
danza no era más que un aprendizaje previo ya que ella
soñaba con llegar a ser un gran talento y todo el mundo
desearía sentarse a su lado y jugar con ella en los
recreos.

La imitación de los modelos dados por la
televisión se limita, en general, al juego, real o
imaginario. Los niños imitan personas y las conductas
socialmente aceptadas. Muchos niños imitan a Donald o
Mickey para divertir a sus padres o hermanos menores.

El niño telespectador no mira la
televisión como un individuo, sino como un miembro de un
grupo social con un rol dado. Este rol determina el tiempo
consagrado a la televisión; el niño no imita todo
lo que ve, sólo lo que está de acuerdo con los
modelos personales formados conscientemente o inconscientemente
por su familia, amigos, colegio.

Los niños de familias tradicionales, donde los
amigos son considerados como peligro, imitan los personajes
infantiles. Los niños eligen lo que está aprobado o
reconocido, lo que le gusta a los amigos, lo que les sirve para
jugar. La imitación de los modelos televisivos se da en la
similitud de éstos y los de los del medio social. Se
limita al juego real o imaginario y se realiza por intermedio de
los juegos del grupo.

3.5 LA ELECCIÓN Y LAS PREFERENCIAS POR LOS
DIFERENTES PROGRAMAS SEGÚN LA PERSONALIDAD DEL
NIÑO

La elección y las preferencias se caracterizan
por su conformismo sobre todo en los niños que poseen hace
bastante tiempo televisión.

Se observa pocas desviaciones en relación a los
gustos en término medio, pocas diferencias según el
origen social, el nivel socio- cultural de los padres y el tipo
de familia. Los gustos son el reflejo de los gustos de los
padres, donde la mayoría no ha alcanzado un nivel cultura
alto. [5]

La preferencia por los westerns, por ejemplo, puede
explicarse por el mecanismo sociológico siguiente: se
desprende de las conversaciones entre padres e hijos y sobre todo
en las familias donde hay varones, en que el padre a menudo habla
de la guerra y cuenta sus propias experiencias. Tales
conversaciones sirven de inspiración en los juegos
infantiles. Pero estos juegos necesitan nuevos elementos. Los
westerns llenan estas necesidades y el valiente cowboy se
sobrepone al valiente guerrero.

Después de la compra de un televisor la
relación entre la elección de programas y los
gustos del grupo aumenta. La situación sociológica
cambia, los padres y los niños no ven los mismos
programas. La madre se limita a las películas de amor, a
los programas teatrales. El padre ve algunas veces junto a sus
hijos películas de aventura y de guerra, los programas
deportivos. En la casa donde se tiene televisión
después de bastante tiempo, los hermanos y amigos ven
televisión en conjunto.

Los niños invitan a sus amigos a mirar sus
programas favoritos los cuales imitan o critican.

La influencia de los padres y sobre todo de la madre
disminuye y ellos se sienten contentos que los niños
estén ocupados y los dejen tranquilos.

CONCLUSIONES

  • Los medios de comunicación masiva dominan a la
    sociedad de estos tiempos, el formar un papel preponderante en
    la opinión publica ha cambiado la definición de
    lo que conocemos el mundo de las comunicaciones, es
    increíble el poder de persuasión de los medios de
    comunicación; las personas suelen apropiarse de
    opiniones ajenas o simplemente aceptan todo tipo de
    informaciones sin refutar, discutir u opinar acerca de los
    diversos temas que se tratan.
  • En la televisión peruana, se da la
    difusión de programas carentes de contenido, sin
    restricción o consideración alguna; con el
    único fin de crear una política consumista. Sin
    embargo, diariamente estas emisiones televisivas están
    expuestas a los engreídos del hogar, en aquel momento no
    lo consideraríamos preponderante, aun así se ha
    demostrado que el niño expuesto a situaciones violentas,
    o circunstancias inapropiadas a su edad, generan un grado de
    imitación e inestabilidad en su conducta, causando el
    aumento de agresividad.
  • Los que consideraríamos programas infantiles
    "aptos" para el niño serian cuestionados, pues algunos
    encierran ideas erróneas en la lucha contra el crimen,
    con la presencia de un personaje real o animado, humano o
    animal, el cual manifiesta un breve consejo de una vida
    ficticia o mundo irreal, invitando a los niños para que
    lo apliquen, cuando finalmente incentivan a la imitación
    de actitudes grotescas sin motivo algunos, en los
    infantes.
  • En algunos casos, los padres y los niños ven
    los mismos programas, en nuestro país es una costumbre
    ver televisión en familia. Algunas veces los padres ven
    junto a sus hijos películas de aventura, guerra o
    programas deportivos, entre otros; influyendo indirectamente en
    el niño, originando que tome la idea de que los
    programas vistos son aptos para el. Al tomar actitudes
    inadecuadas contra los padres, estos no entienden la causa de
    su comportamiento, sin darse cuenta que ellos son el factor
    principal de este problema.

RECOMENDACIONES

  • Las distracciones que tiene el niño peruano
    menor son muy limitadas, debido a que no contamos con la
    calidad de televisión educativa que ofrezcan al
    niño la posibilidad de desarrollar su capacidad de
    entendimiento en tipo como artísticas, deportivas o de
    otro interés que surjan en él, de esta forma
    exponga programas y con horarios convenientes a su edad y con
    el consentimiento de los padres.
  • Gran porcentaje de programas son incompatibles a la
    realidad peruana, pues son de procedencia extranjera.; hacen
    referencia que su estructura de programas de televisión
    en los distintos países de América Latina, se
    indica que en Perú, al menos la mitad de los programas
    vienen del exterior, de los cuales el 80% han sido producidos
    en los Estados Unidos, Japón y México así
    pues, dos tercios, aproximadamente, de las emisiones peruanas
    se componen de programas extranjeros; por lo tanto que mejor
    forma de que los programas educativos realizados sean hechos
    según nuestra realidad.
  • Si los padres no controlan la programación que
    llega a los niños y peor aun el enfoque que trasmite, la
    pantalla les ofrece muchas veces un concepto prematuro del
    mundo de los adultos, lo que les hará será
    compenetrarse en sus pensamientos, conflictos y dificultades
    sin que estén todavía preparados para ello y si
    los padres o tutores no corrigen a tiempo, traerá
    problemas en la adolescencia y ahí sería
    dificultosa de corregir.

BIBLIOGRAFÍA

  • Puente Ferreras, Aníbal. Psicología de
    la Comunicación en los niños. Editorial
    Marcombo
  • Olivar Zúñiga, Antonio. Libro
    Psicología de la Comunicación.
  • Jimeno, Miguel (2004). Desafíos de la
    televisión para no morir. Limusa.
    México
  • Sosa, Pedro (2006). Uso de la publicidad en la TV
    como medio positiva ante la sociedad. Editorial Oveja
    Negra
  • García Calderón, Eugenio (2002). La
    Televisión Digital. México.
  • Castro V. (2004). La familia como agente de la
    televisión. Editorial Oveja Negra.
  • Hudec, Vladimir. Teoría General del
    Periodismo.
  • Osorio Meléndez, Hugo. La TV: Sus funciones
    mediadoras. Editorial Feplam.
  • Pérez Tenório, José Manuel
    (1994). El desafío educativo de la TV. 1era
    Edición. Editorial Paídos.
  • Meza Valera, Walter. Comunicación: el medio no
    es el fin. Auspicia Editorial Consejo Nacional Ciencia y
    Tecnología (CONCYTEC). Lima – Perú
  • Wright, Charles R. (1995). Comunicación de
    masas, una perspectiva sociológica. Editorial
    Paídos. México.

AGRADECIMIENTO

A nuestros padres por orientarnos a seguir una
carrera profesional exitosa, y ser inspiración para
mejorar como personas.

DEDICATORIA

El presente trabajo está dedicado a mis
compañeros, porque en su deseo de superación y sed
de conocimiento, realizaron sus monografías con
dedicación y entrega.

 

 

Autoras:

Cabrejos Castañeda Liliana

Cárdenas Ruiz María
Paola

UNIVERSIDAD PARTICULAR DE CHICLAYO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA
COMUNICACIÓN

ESCUELA PROFESIONAL DE PERIODISMO

DOCENTE

Sandra Valdivieso Carhuachinchay.

FECHA DE ENTREGA

22 de Febrero de 2008

Partes: 1, 2
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